16/42: Luis vuelve dos años después de su mayor locura
Era octubre de 2014. Sólo faltaba un mes para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso y Luis Gragera sólo había corrido 26 kilómetros seguidos. Ni siquiera había participado en ninguna carrera popular: «El primer dorsal que me puse fue aquel 16 de noviembre y la primera prueba que vi fue el Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso que se corría en octubre». Tenía 43 años. Este pacense, aunque malagueño de adopción, encontró en la solidaridad su mayor motor. Bajo el lema ‘Corriendo todos sumamos todos’ encabezó una iniciativa para la recogida de fondos a favor de Cáritas que ahora es la entidad solidaria del medio maratón de Málaga.
Luis volverá a Valencia dos años después, con más experiencia: «Ahora ya sí empieza la cuenta atrás. Desde aquella vez no he dejado de correr y la verdad es que tardo lo mismo pero me divierto más». Sin embargo, los nervios continúan: «Cada año se hace más dura, tengo miedo. Como la primera me salió bien ahora espero al menos igualarla. Encontrar esa motivación no es fácil, para muchos es una locura porque te quita tiempo, es cierto, pero te aporta muchas cosas positivas tanto física como mentalmente».
No olvida este atleta popular qué sintió al enfrentarse a sus primeros 42,195 kilómetros: «La salida es impresionante con el puente lleno pero la llegada por la pasarela azul es… buff. Además del trato con la gente, Valencia es una ciudad muy acogedora». Aquí descubrió que las pruebas no sólo son las distancias que se deben completar. «La recogida del dorsal, la Feria del Corredor. es un fin de semana completo», confiesa. Una excusa perfecta para viajar en familia: «Son dos días en los que cambias tu rutina».
Luis intenta extender los valores del deporte a su día a día y espera que la sociedad se conciencie al respecto «porque soy un privilegiado, tengo un trabajo, puedo correr y pienso en qué puedo ayudar a los que no pueden. Es importante trasladar la idea del esfuerzo que supone correr día a día». Esta es una de las razones por las que se ha enganchado al atletismo popular. «Es un mundo solidario, en casi todas las carreras hay opción para donar parte de la inscripción. Es algo muy importante porque hay personas muy cerca que lo están pasando realmente mal», sentencia.
*Historia publicada originalmente en el diario Las Provincias.
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