Historias 42,195K: Un maratón de élite a solo 317 kilómetros de casa
4 junio, 2019
Rafael Martínez va camino de los 40 años (16/10/1979) y vive en Zaragoza. Tras su debut en los 42.195 metros de su ciudad natal, quiso buscar alguna «más llamativa, más importante» donde mejorar su marca y repetir una experiencia inolvidable. Para encontrar un maratón top, sólo tenía que desplazar la vista 317 kilómetros.
«El Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP era junto a Berlín mi mejor opción. En los últimos años, la valenciana se ha puesto entre las diez mejores del mundo y por cercanía no lo dudé ni un momento», apunta Rafa, quien valora positivamente tener en España una carrera de este nivel: «Es una suerte, ahora me he apuntado solo, de momento. Aunque me entreno con un grupito de personas, sólo iré yo a Valencia. Todavía falta mucho pero yo ya llevo ocho semanas entrenándome». Lo hace incluso con la equipación oficial: «Me gustó y para motivarme me la compré».
El próximo 1 de diciembre quizás le acompañe en la línea de salida del Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP uno de sus hermanos. Son cuatro y tres de ellos saben qué es eso de terminar una 42K: «Soy el pequeño. Mi hermano mayor, Gabriel, me ayudó en mi debut y quizás otro de ellos, Jesús, venga conmigo a Valencia».
Rafa no se considera un runner: «Sólo me entreno de forma habitual tres o cuatro días a la semana». Él empezó a practicar atletismo con nueve años, sin embargo, los estudios y el trabajo le fueron alejando de él. En 2017, volvió a retomar una actividad que le ayuda en su día a día: «En realidad no me entreno tanto por hacer carreras, sino porque me libera la mente en mi día a día. Me permite ver los problemas de una magnitud inferior y a relativizar las cosas».
Este zaragozano también es consciente de que disfruta porque ama la carrera a pie: «Cuando la gente me pregunta y les explico que para mí esto es como una catársis, me dicen que también van a empezar a correr. Yo a continuación les pregunto si les gusta porque si no, no van a disfrutar». En Valencia desea dejarse llevar, volver a disfrutar y mejorar su marca. Quedan justo seis meses para la prueba, un tiempo que no se le hará demasiado largo: «Aprendí a tener paciencia. En 2018, en mi debut se pospuso por las inundaciones en Zaragoza».