Alejandra y Claudia de Juan llegaron al mundo juntas un 19 de julio de 1990 en Castellón. Hace siete años estas gemelas han compartido siempre gustos y han practicado «baloncesto o ballet». Las pistas y los pabellones eran su hábitat natural. Hasta que decidieron seguir con el deporte pero de puertas hacia afuera: «Nunca lo habíamos hecho al aire libre. En ese momento estudiábamos en la universidad y un grupo de cuatro o cinco amigos y compañeros decidimos empezar a correr al salir de clase para despejarnos después de estudiar», comentan.
Las zapatillas de correr les acompañaron durante toda su formación. Ahora Alejandra es arquitecta y Claudia ingeniera de caminos. Sus estudios concluyeron pero las zancadas no cesaron.
En el despacho de la primera no es la única que le gusta correr: «En mi trabajo, ERRE Arquitectura, están muy comprometidos con el running. Tenemos un equipo y nos entrena Marta Fernández de Castro. La clave para sacar tiempo es organizarse bien y darle cierta prioridad en tu tiempo libre», explica Alejandra. Claudia también intenta «exprimir» el tiempo y, si viaja, en la maleta nunca faltan «unas deportivas».
Desde aquel 2012 han participado, siempre juntas, en «cuatro o cinco medias maratones», una distancia que disfrutan «mucho». Pero Claudia quería más: «Le hacía especial ilusión correr un maratón y, aunque yo tenía cierto miedo, me insistió de tal manera que acabé comprando los dorsales como regalo de Navidad», recuerda Alejandra.
El próximo 1 de diciembre se estrenarán en los 42.195 metros en el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. Una cita que disfrutarán, como siempre, codo con codo. «Nos acostumbramos a correr juntas y es una manera de animarnos entre nosotras. Suele pasar que hay días que cuesta más… y siempre anima una de las dos», reconocen.
Sus familiares asumen que en casa cuentan con dos amantes de la carrera a pie apasionadas pero siempre con responsabilidad: «Al principio ellos se preocuparon un poco con la idea del maratón… pero les convencimos de que el objetivo es acabarlo sin lesiones y disfrutarlo al máximo. Cuando vieron que además teníamos una entrenadora como Marta se quedaron muy tranquilos», concluyen.’