Historias 42,195km: El atleta para quien el maratón es mucho más que 42.195 metros
23 junio, 2020
Juan Padilla Vaquera (Albal, 1989) tiene un objetivo para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. «Me encantaría bajar de las 3 horas», afirma. En las dos últimas ediciones de la prueba se quedó «a punto» de lograrlo y el próximo 6 de diciembre verá si hace bueno aquello de que a la tercera va la vencida.
Se estrenó en el maratón de la ciudad en 2014: «Quería probar, ver si era capaz de aguantar y disfrutar de una distancia tan larga«. Fue feliz, y ya no puede dejar de correrla: «Me enganché«, asegura el atleta: «Me gustan mucho los 42 kilómetros y siempre que se pueda, allí estaré todos los años«.
Disfruta Juan de cada metro del trazado, la gente que sale a animar es uno de los baluartes de la carrera que este celebra su 40 aniversario: «El ambiente, son 42 kilómetros acompañado de personas que gritan tu nombre, no hay un solo punto en el que nos dejen solos. Además el recorrido es muy llano, el desnivel es mínimo y ese día sientes que la ciudad es nuestra, de los atletas y los que amamos este deporte«, reconoce.
El primer contacto con la carrera a pie de Juan fue en 2012: «Empecé por hacer algo de deporte, no practicaba ninguno antes. Me apunté a una 10K, luego otra… hasta que me enganché a las distancias largas«. No sabe «explicar» qué siente al pisar la pasarela azul que lleva a la meta: «Es algo único, supone superarte a ti mismo porque es una prueba dura, correr a un ritmo exigente y lograr aguantarlo me gusta«, explica ambicioso el atleta de la Escuela del Corredor Paco Milán donde además de la «preparación» y los «consejos» destaca el hecho de estar «acompañado» durante el camino hacia el maratón. Porque si hay algo de lo que verdaderamente disfruta Juan es de la puesta a punto: «Para mí el maratón no sólo es el día que se corre. Son los meses de antes, los madrugones, el esfuerzo que supone compaginar el entrenamiento con el trabajo y la vida personal«. Un «sacrificio» que vale la pena cuando «al fin llegas a la pasarela de la Ciutat de les Arts i les Ciències«: «Justo en ese momento te das cuenta de que todo esfuerzo ha valido la pena«, concluye.
Esta historia ha sido publicada previamente en el diario Las Provincias