Historias 42,195 km: Un debut para celebrar los 40 de Gema y del Maratón Valencia

Gema Cambres (Buñol, 1980) empezó a coquetear con la carrera a pie hace unos siete años: «Mi hermana melliza, Elena, corría y yo empecé con ella. Pero pronto me quedé embarazada de mi primer hijo así que paré». Fue sólo un paréntesis, el más largo. «A los cuatro meses de tenerlo volví a correr y en el segundo, hace dos años, seguí haciéndolo con cabeza y cuidado hasta pasadas las 30 semanas», explica. «Al mes de tenerlo ya corrí una prueba en Benaguacil», añade.

Admiraba el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. Pero lo consideraba una meta lejana. «He corrido varias 10k paralelas y era emocionante ver tanta gente y compartir kilómetros con los que corrían esa distancia». Sin embargo, le costaba imaginarse al otro lado del puente de Monteolivete: «Es cierto que llevo muchas carreras, el medio maratón es una prueba que me encanta, me gusta y se me dan bien las citas largas, pero siempre he tenido mucho respeto a esa distancia».

Consideró que 2020 era una buena fecha para hacer frente a ese muro de los 42.195 metros: «Como era el 40 aniversario y el mío, pensé que era una buena manera de celebrarlo. Este año era el ideal por esa cifra redonda tanto para la carrera como para mí».

En 2016 corrió el Medio Maratón Valencia EDP: «Fue increíble, la organización es espectacular, la gente… y es una gozada contar con una ciudad tan llana». Su pareja no está «enganchada» a la carrera a pie como ella confiesa estarlo. Sin embargo, tiene en su hijo mayor, Jorge, mucho más que un admirador: «He cruzado líneas de meta con él corriendo los últimos metros, hace poco hicimos juntos una prueba solidaria de 6 kilómetros, andábamos, corríamos, tardamos, pero lo pasamos muy bien. A él le gusta, y si quiere, encantada de compartir pasión con él».

Aunque vive en Buñol y no puede desplazarse a Valencia todas las veces que quisiera para entrenarse junto a los compañeros del Natacha López Running Team, sigue los entrenamientos personalizados a distancia: «Me sirven de ayuda y aunque corra sola, me ayuda a sentirme acompañada y preparada».

Esta historia ha sido publicada previamente en el diario Las Provincias