Juan Antonio Menor (Valencia, 1970) sabe lo que es representar a España en unos Juegos Paralímpicos. Hasta ellos llegó con un deporte que, en principio, iba a ser el vehículo que le empujase a lo alto del podio de otro: «A través de la ONCE empecé a practicar judo. Mi entrenadora me dijo que corriese para ganar fondo».
Era 1994, dos años más tarde, tras lograr la mínima, hizo las maletas con destino Atlanta: «Se me empezó a dar bien y corrí pruebas populares y demás. Hasta que llegué al maratón en los Juegos de 1996».
Antes, ya había corrido en Valencia. En un maratón «increíble» aunque con aquello de que fuese en febrero, «complicaba las Navidades». Disputó todas las ediciones de la prueba valenciana hasta los 2000. «Antes tenía la sensación de que éramos solo los corredores y el speaker, nada más». Hizo mínima para correr en Sidney. «Finalmente no pude ir, me dejaron fuera pese a tener la mínima y tuve una depresión deportiva».
En 2017 regresó. «Lo hice como ciego total, ya necesitaba contar con una persona guía». Con Fernando Espín corrió en Valencia. En Japón, en el maratón de Kasumigaura en Japón cerró «un círculo» que tenía pendiente, también lo hizo con Fernando. «En el 98 fui allí, pero acababa de perder un hijo y no pude terminarlo. A mitad me retiré. 20 años más tarde lo pude completar en su memoria.»
«El maratón de Valencia es la envidia de toda España», afirma Juan Antonio
Ahora, Juan vive en Massamagrell y cuenta, en su club, el de la atleta Natacha López, con un grupo de personas «maravillosas» que le ayudan y a quienes está «tremendamente agradecido». Juntos a ellos mantiene la ilusión de plantarse en la línea de salida del Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP del 6 de diciembre de 2020. «La ilusión ahora, es diferente», explica el atleta.
«Ahora la gente sale a verte, Valencia lo vive de otra forma. Una manera muy especial. Madrugan para ir a verte, te aplaude y no deja nunca que te hundas», añade Juan Antonio para quien no hay suficientes elogios que definan la prueba de Valencia: «Es la envidia de toda España y parte del extranjero, todas las personas quieren correr aquí y es lógico, somos unos privilegiado».
Esta historia ha sido publicada previamente en el diario Las Provincias