David, el regreso al maratón más ambicioso

Pocas horas antes de que el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP agotara sus dorsales, David Blay (Valencia, 1975) decidió ser uno más de los 25.000 que el próximo 1 de diciembre se pondrán en el arco de salida del puente de Monteolivete.

«He corrido dos maratones y ambos en Valencia. El primero lo hice en 2015 en un tiempo de 3 horas 25 minutos. Lo preparé por mi cuenta. El segundo fue en 2016 y con una preparación más específica terminé en 2 horas 56. Después de haber experimentado una gran mejora en otras disciplinas en estos dos últimos años he decidido repetir para intentar plasmar mis actitudes en la prueba reina y volver vivir esa gran experiencia».

El objetivo de este residente en Alzira va más allá del crono aunque es ambicioso. «Valencia es perfecta para hacer marcas y además de disfrutar, creo que un objetivo realista para mí es hacer sub 2 horas 35. Es complicado pero estoy convencido de que si todo va bien lo conseguiré», señala.

David es un habitual en los podios en carreras populares, unas citas que hasta el próximo mes de diciembre formarán parte de su preparación. En su puesta a punto para lograr su objetivo en el Maratón Valencia, aprovecha las nuevas tecnologías que prácticamente hacen desaparecer las distancias: «Actualmente formo parte del Club d’Atletisme Crespo Runners y me entrena Germán Martínez. Cuenta con un gran bagaje con atletas de élite como Paula González Berodia y tiene mucha experiencia en pruebas de resistencia. Aunque Germán está en Oviedo la comunicación con él es muy fluida y el feedback es diario».

En pleno julio pensar ya en una cita en diciembre puede agobiar a ciertas personas, pero David asegura que es «consciente» de que lo más duro del maratón es el entrenamiento e intenta disfrutar de cada momento: «Hasta el día de la prueba hay otras carreras y competiciones completarías que te las puedes tomar para testearte, el Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP es un buen ejemplo para que se haga más ameno». En las tiradas largas, David encuentra su mejor compañía en la música. «Una buena lista de reproducción es indispensable», concluye.