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Doctor Enrique Gastaldi: ‘Correr engancha, pero debes prepararte y prevenir’

29 agosto, 2016

Running, footing, jogging… son diferentes formas de referirse a una de las actividades deportivas más populares en la actualidad: correr.

Y es que el correr engancha. Empiezas con un trote para mantenerse en forma, y como el que no quiere la cosa, vas aumentando tiempos y distancia. Pasas de hacer unos kilómetros a probar una media maratón. Y, por qué no, a preparar una maratón: 42,125 kilometros. Los más valientes, se atreven hasta con las carreras de montaña y ultra distancias.

Correr es una forma saludable de mantenerse en forma. Pero supone un esfuerzo físico que debe tenerse en cuenta a la hora de realizarlo. Por lo tanto, debemos prepararnos.

Correr, se corre con los pies. Empecemos la casa por el suelo: Debemos conocer el tipo de pisada y seleccionar el calzado adecuado.

Yo les digo a las personas que corren que la pisada y el calzado son como los neumáticos de un coche o una moto. Hay que llevar el calzado adecuado para cada persona y para cada competición.

La mayoría de lesiones que veo en corredores se pueden relacionar con un mal apoyo. Pies planos, pies cavos… tienen enfoques diferentes. El impacto repetido del trote afecta inicialmente a las articulaciones del pie-tobillo y de allí hacia arriba: rodillas, caderas…. Se sobrecarga la articulación del tobillo, la subastragalina, la parte anterior de los metatarsianos y el tercio inferior de las piernas: periostitis, fascitis plantar, talalgias, tendinopatías del Aquiles… Recomiendo mucho una valoración podológica para intentar compensar y corregir los apoyos.

Otro tema importante es la alineación de los miembros inferiores (varo, valgo, torsionales). Las rodillas en valgo (hacia fuera) frecuentemente con rotación externa del pie, sufren más el impacto repetido de la carrera y pueden desarrollar problemas de rótula. Las rodillas en varo (hacia dentro) sobrecargan la parte medial y pueden acabar afectando a los meniscos.

Se habla mucho de las dismetrías; pero debemos recordar que no somos simétricos. Una diferencia de 5-8 mm es bastante habitual. Pero para carreras de larga distancia deberemos valorar compensarlas.

Para evitar lesiones se debe programar la actividad. Y esto debe hacerse de forma progresiva aumentando lo que llamamos el volumen: días de entrenamiento y distancias.

El apoyo con ejercicios en gimnasio favorece la potencia muscular. No debemos olvidar los estiramientos, que son muy importantes para prevenir contracturas y lesiones por sobrecarga.

Otro pilar es la alimentación y los complementos alimenticios. Actualmente hay muchos y creo que son una ayuda importante.

Lamentablemente veo todos los años gente que se plantea correr una maratón con plazos de entrenamiento de menos de seis meses, incluso en tres, sin tener una preparación física adecuada, e incluso con anomalías físicas.

Yo aconsejo seguir un programa de entrenamiento bajo la tutela de un preparador físico y consultar con un médico del deporte, por supuesto, para una revisión médica. Sobre todo, en corredores de larga distancia. Para los mayores de 40 años, una prueba de esfuerzo y una ecocardiografía les puede evitar graves disgustos. Incluso, salvarles la vida.

En conclusión, correr es una actividad física recomendable y muy saludable si se hace bien y se reconocen los límites.

[vcr_note note_color=»#f89e28″ text_color=»#040404″ radius=»5″] Enrique Gastaldi Orquin MD, phD Director de Servicio de Traumatología Deportiva Clínica Gastaldi. Hospital Nisa 9 de Octubre. Valencia[/vcr_note]

dr Enrique gastaldi

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