Qué es una prueba de esfuerzo y cuándo conviene realizarla
Realizar actividad física de forma segura debería ser el eje principal sobre el que se apoyaran los objetivos que nos llevan a calzarnos unas zapatillas para ir al gimnasio, salir a correr, hacer una ruta en bicicleta… independientemente de la duración e intensidad del esfuerzo, así como de la cantidad de práctica deportiva semanal.
Si hablamos de salud cardiovascular, desde SALUD DEPORTIVA (SD) del Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre, nuestra recomendación no se basa exclusivamente en realizar una prueba de esfuerzo (PE). Dependerá del caso de cada corredor o atleta.
Con una prueba de esfuerzo obtendremos un informe electrocardiográfico que nos permitirá despistar posibles alteraciones en la señal eléctrica (arritmias) de nuestro miocardio. Sin embargo, la valoración será incompleta precisando de la realización de un ecocardiograma (ECO) para por valorar nuestro corazón a nivel estructural. La “ECO” permitirá a los cardiólogos indagar en las cavidades de los ventrículos y aurículas, conocer el grosor de las paredes del corazón, cuantificar el diámetro de las principales arterias y venas… algo que con una prueba de esfuerzo no se detecta. Por eso, decimos que son complementarias.
¿Cuándo es recomendable hacerse una prueba de esfuerzo?
Siguiendo con las recomendaciones que damos en Salud Deportiva, hablemos ahora de la periodicidad. En este caso, también es bueno conocer los estudios previos que se ha hecho el deportista. Veamos algunos casos:
- Si es la primera revisión: En ese caso, por lo expuesto anteriormente, convendrá hacer “ECO + PE”. Si el deportista está en edad adulta. Si es una persona adulta, entendemos que su corazón no va a estar sujeto a cambios fruto del proceso madurativo, y por tanto si el cardiólogo concluye que la ECO es normal, probablemente no recomiende volver a repetirla en un periodo de 3 a 5 años. En lo referente a la PE y tratándose de un deportista, sí que recomendamos realizarse una con carácter anual.
- Si es un deportista joven. Basándonos en la argumentación previa, cuando el deportista se joven y su corazón es sujeto a cambios propios de la maduración, sí que es conveniente realizar una ECO con carácter anual para ver como se está desarrollando el corazón.
¿En qué momento de la temporada?
Si hablamos de salud, vemos por televisión como todos los equipos profesionales de fútbol realizan sus revisiones a principios de temporada. Pero si hablamos de rendimiento, tenemos que ser conscientes de una serie de cuestiones. La primera es que, para valorar el rendimiento, no es preciso realizar una “ECO” aunque las diferencias entre un corazón de un deportista de élite y deportista ocasional van a ser considerables. La segunda es que precisaremos de un analizador de gases para conocer la cinética del consumo de oxígeno. Y la tercera es que el estado de forma depende del grado de entrenamiento y que los valores de rendimiento que obtengamos en una PE tras un periodo de inactividad, nos servirán únicamente para las primeras semanas de entrenamiento ya que con un buen director de orquesta (profesional de las ciencias de la actividad física y el deporte) nuestros valores deben mejorar sustancialmente tras un periodo de inactividad.
Así pues, para obtener valores de rendimiento de una prueba de esfuerzo, lo ideal es que nos la hagamos pasadas las primeras tres o cuatro semanas de entrenamiento. La cadencia con que repetiremos esta valoración dependerá del nivel del deportista. Puesto que es una potente herramienta de valoración del proceso del entrenamiento, no es de extrañar que deportistas de élite lleven a cabo tres o cuatro PE por temporada en función de la modalidad deportiva que practiquen.
Finalmente, os dejamos con los valores de entrenamiento que se obtienen en una PE con consumo de gases y que permiten al profesional de la actividad física estructurar y hacer más eficiente el entrenamiento deportivo:
- Consumo máximo de oxígeno (VO2max). Es la manera más eficaz de medir la capacidad aeróbica de un individuo. Cuanto mayor sea el VO2max, mayor será capacidad cardiovascular.
- Umbrales ventilatorios (VT). Nos permitirán mejorar nuestra eficiencia energética y mejorar nuestra economía de carrera (VT1) y mejorar nuestra potencia aeróbica (VT2).
Esto sería una visión reduccionista de los valores que obtenemos en una prueba de esfuerzo, pero indagando más en la misma, podemos conocer más el perfil de nuestro deportista, ver que vías metabólicas tiene mejor o peor desarrolladas (sabiendo a que porcentaje del VO2máx se encuentran los VT), ver que capacidad tiene el deportista de utilización del metabolismo de las grasas como fuente de energías, conocer su comportamiento a intensidades por encima del VT2… Y si tenemos varias pruebas de un mismo deportista comparar la evolución del mismo en función de los métodos de entrenamiento llevados a cabo.
¿Para qué es necesaria una prueba de esfuerzo?
Además de prevenir una muerte súbita relacionada a la práctica deportiva, nos brindará información valiosa relacionada con el rendimiento. Esos valores obtenidos nos van a permitir planificar nuestras sesiones de entrenamiento de forma más personalizada y alcanzar así los objetivos pautados.
Recuerda que las pruebas médicas en el deporte no son opcionales; la salud es la premisa máxima a la hora de realizar alguna actividad deportiva.
¿Quién puede hacerse una?
Está especialmente indicada en deportistas mayores de 35 años. Tampoco hay que ser un deportista profesional. Tanto si practicas deporte de forma amateur, como si has estado mucho tiempo en inactividad, eres candidato para realizar este tipo de prueba.
¿Cuándo es un buen momento para hacerse una prueba de esfuerzo?
Es un momento ideal si te has planteado algún objetivo deportivo o personal y vas a entrenar de forma específica para alcanzarlo.
El autoconocimiento es la clave. Son muchos los casos de personas que, acostumbradas a practicar alguna actividad física/deportiva, desconocen a su vez la presencia de afecciones como hipertensión, insuficiencia cardíaca o alteraciones del ritmo o cardiopatías congénitas.
La Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre recomienda actualizar anualmente la prueba de esfuerzo y, al menos, cada 5 años el ecocardiograma.
[vcr_note note_color=»#F68D2E» text_color=»#040404″ radius=»5″]*Equipo médico de la Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas 9 de Octubre[/vcr_note]