Historias 42,195km: Fortuna y mucha energía para cumplir un sueño pospuesto
8 julio, 2020
Verónica Rodríguez (Barcelona, 1983) tendría que haber debutado en un maratón en marzo de 2020 en su ciudad natal: «La preparé con mucho cariño junto a un equipo de profesionales (entrenador, fisioterapeuta y nutricionista), pero después de 5 meses de duro trabajo y a una semana de la prueba, estalló la crisis del Covid-19 y se anuló el maratón de Barcelona». Reconoce haberse quedado «devastada» tras conocer la noticia. Fue entonces cuando comenzó a mirar más allá.
«Busqué otras carreras que estuvieran más alejadas en el calendario con la esperanza de poder cumplir mi objetivo de correr mi primer maratón en 2020. Sabía que Valencia se celebraba en diciembre». En 2019 corrió el Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP y quedó «maravillada» con el ambiente increíble: «Todo el mundo habla del espectáculo que es llegar a la Ciutat de les Arts pisando la famosa moqueta azul, así que me dije: ‘¿Por qué no?’», el problema es que los dorsales para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso de EDP volaron hace mucho «y la lista de espera era interminable».
Pero Verónica tentó a la suerte: «Vi que Luanvi, marca deportiva oficial de la prueba, sorteaba inscripciones, me apunté y me tocó. Así que podré quitarme la espinita. Valencia es un lugar perfecto para estrenarse».
Junto a su dorsal recibió una camiseta de entrenamiento. Ella, que «colecciona» las elásticas de las pruebas que disputa, encontró el estímulo que necesitaba tras un extraño regreso a la puesta a punto: «Estaba desmotivada con la vuelta a la actividad y cuando me llegó fue como una señal de que tenía un sueño que cumplir y que más valía que me pusiera las pilas porque Valencia estaba por llegar».
«Fue como un chute de energía. Me hace ilusión cruzarme con gente que la lleva cuando salgo a correr por Barcelona. Siempre cruzas una mirada de complicidad, como asintiendo por dentro: ‘Sí, tenemos el mismo sueño’», añade esta atleta, que aprovechó la preparación de unas oposiciones físicas hace una década para iniciarse en la carrera a pie. Una afición que comparte con el galgo de sus padres y que aprovecha para apoyar causas solidarias.
Esta historia ha sido publicada previamente en el diario Las Provincias