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Historias 42,195km: Un debut por Marta y Samuel y la lección de vida de sus padres

2 septiembre, 2020

La mañana de la última edición del Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP, en 2019, Ana Santa (Elche, 1979), corría la 10K paralela. «Al terminar mi carrera y ver a todas las personas que corrían los 42,195 kilómetros, las historias de superación que había detrás de ellas, la felicidad que sentían al terminar, lo tuve claro y al día siguiente me inscribí para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP del 6 de diciembre», afirma la corredora ilicitana.

Historias 42195K - Ana Santa

Aquel día arrancó una nueva ilusión de una carrera, la de la propia vida de Ana, que se reinició en 2013: «Un año antes mi padre había fallecido y me hundí bastante. Tenía dos hijos pequeños y había cogido algo de peso, me sentía mayor. Siempre había sido una persona muy alegre y extrovertida pero ver sufrir a mi padre me cambió». Fue entonces cuando, animada por su marido, aprovechó las nuevas tecnologías para empezar a correr. Se apuntó a una prueba: «Llegué la última». Pero no se vino abajo porque algo había mutado también en su interior: «No sólo me notaba mejor físicamente, también mentalmente. Así que como sentí que necesitaba más preparación para las carreras, me apunté al Esteso Runners de mi ciudad. Me enganché sinceramente a correr, sentí que era capaz de superarme día a día».

En 2017 corrió por primera vez la 10K paralela al maratón de Valencia y el año pasado volvió. Siempre participa con el empuje de Samuel y Marta: «Ahora mi hijo tiene 12 años y la pequeña 9, corro por ellos, quiero que tengan como referente a alguien que lucha y se supera. Los valores del deporte son muy importantes, es cierto que hasta que no ven en línea de meta sufren». En los momentos más complicados, Ana tiene muy presentes a sus padres: «Ambos murieron de cáncer, una enfermedad muy dura, me acuerdo de ellos y digo que no tengo derecho a rendirme porque ellos no pudieron elegir. Esto me da energía para terminar y esforzarme».

Tras varias medias maratones, con el apoyo de sus compañeros y con la «ilusión» de una niña pequeña, se siente con fuerzas para completar los 42.195 «maravillosos» metros de la ciudad de Valencia.

Esta historia ha sido publicada previamente en el diario Las Provincias

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