Homologación de una carrera popular: ¿Qué es y en qué consiste?
La ciudad de Valencia estrena una nueva distancia homologada: 5.000 metros. Será en la I Carrera Never Stop Running ‘Nunca te rindas’ una de las nuevas pruebas del Circuito Divina Pastora Seguros de Carreras Populares. De esta forma, Valencia Ciudad del Running suma una nueva distancia homologada para todos sus corredores, en una ciudad que ya contaba con la Milla, 10K (en diferentes pruebas), 15K (Nocturna), Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso y Maratón Valencia Trinidad Alfonso como distancias homologadas oficialmente y que ahora suma esta prueba certificada, la primera de esta distancia en la Comunitat Valenciana, gracias a la FDM Valencia.
Un nuevo servicio para el corredor y participante, que puede tener la garantía de que su marca en esta distancia de 5.000 metros está absolutamente homologada y certificada. Pero, realmente, ¿qué es y en qué consiste la homologación de una carrera? Para conocerlo un poco más, compartimos la jornada de homologación con los jueces autonómicos y nacionales de las federaciones de atletismo.
Primer paso: calibrar la distancia
La homologación de una carrera empieza antes que comenzar a medir. Se realiza con dos jueces federativos en sus bicicletas (habría un tercero si la prueba tiene carácter internacional). En esta ocasión, son José Peiró (panel A, oficial) y José Magraner (Panel B, local), que antes de comenzar la medición han pasado por el calibrado: en Valencia es una zona en la Ronda Norte con 500 metros exactos. La primera medición se toma allí y será la que se tenga en cuenta.
Esa medición de 500 metros da un equivalente en cada una de las bicicletas gracias a un contador numérico en la rueda delantera. Se llama contador Jones. Después de acabar la medición, hay que ir a un post calibrado para comprobar que los valores no han cambiado (por tiempo, calor, presión neumáticos, etc).
Condicionantes para que la homologación sea válida
Habrá que parar en cada punto kilométrico, para registrar el número de vueltas que ha sumado el contador en cada tramo de 1.000 metros y para marcar el punto kilométrico que los corredores veremos después en carrera. Para que la medición sea válida, tomando siempre el recorrido más corto de cada una de las bicicletas, nunca puede exceder más de un metro de cada kilómetro.
Además, para que la homologación sea válida deben darse dos circunstancias.
- La distancia entre la salida y la meta nunca puede exceder de un 50 por ciento de la distancia total de la prueba. Para hacer que ambas sean lo más parecidas posible. En esta prueba, la distancia entre salida y meta apenas difiere: 42 metros.
- Y la segunda obligación es que la disminución entra la altitud de salida y meta no puede ser superior al 1% (un metro por cada kilómetro). Aquí no difiere nada: 5 metros en ambas.
- Una tercera circunstancia, que en este caso no existe al ser la primera homologación, es que para mantener la validez de una homologación el trazado nunca podrá cambiarse más de un 5%, o habría que hacer una nueva calibración del recorrido.
Comienza la medición de la carrera
La medición empieza y los contadores Jones empiezan a sumar dígitos. Arranca la medición de la prueba, en este caso, en la Avenida de Francia. La homologación se realiza un día festivo y a primera hora de la mañana, para evitar el mayor tráfico posible. Aún así, nos acompañan dos unidades de la Policía Local de Valencia, cuya labor es vital para asegurar a las bicicletas en el recorrido a realizar, ya que en algunos casos las pruebas discurren en sentido contrario a la circulación. El paso lo marca Vicent García San Rafael, uno de los organizadores del Circuito de Carreras de Valencia y conocedor de todos los trazados en la ciudad. Siempre se elegirá el trazado más corto en los giros, rotondas y cambios de un costado a otro de las grandes avenidas, lo que en el argot se conoce como la cuerda.
Vamos completando el recorrido a paso de bicicleta, mientras la Policía Local de Valencia nos ayuda en las situaciones en las que el tráfico se puede complicar. En esta homologación, el recorrido es muy corto y apenas hay unos metros en sentido contrario de la circulación (al final del recorrido) por lo que hemos terminado en 30 minutos para una carrera de 5 kilómetros. Cada uno de los miles ya está marcado.
En un Medio Maratón o Maratón el trabajo es más complejo, las variables más numerosas y el tiempo de medición se prolonga hasta las siete u ocho horas.
Con esta homologación, cualquier corredor que haga un récord en la distancia de 5.000 metros tendría validez. Así como si lo hiciera en cada uno de los miles o en el 3.000… siempre y cuando acabe la distancia completa: es decir cruce la línea de meta.
Mover la salida y la meta
Al final, una medición ha sido de 5.001,52 metros, mientras que la otra de 5.000’56 metros y se reajusta el circuito a la medición más estricta de las dos, y se retrasa la meta esos 0.56 metros. Hemos calibrado y medido 5.000 metros, o mejor dicho el equivalente a esta distancia en la medición de los contadores Jones: aproximadamente 12.135 puntos por cada kilómetro en la segunda bicicleta.
Ahora el organizador de la prueba también podría alterar mínimamente la salida y meta de la prueba por las necesidades o seguridad, pero siempre añadiendo en meta los metros que mueve en la salida o viceversa. El resultado de 5.000 metros se mantendrá inalterable. Los dos jueces federativos del panel nacional y autonómico vuelven a la zona inicial de calibrado para comprobar que las condiciones climáticas y físicas de la bicicleta no han cambiado sustancialmente y que la medición es válida.
El informe completo que la Real Federación Española de Atletismo realiza incluye todo esta información detallada al milímetro, con imágenes, direcciones y todos los datos registrados en la medición, incluyendo hora, temperatura inicial y final. Para esta prueba de 5K el informe consta de 33 páginas.
Un calibrado tan completo y complejo debería cortar las polémicas que se suscitan tras cada prueba homologada comparando la distancia oficial con las mediciones de los diferentes dispositivos GPS usados por los corredores, donde pocas veces se repara en no seguir exactamente la cuerda ni el habitual desfase de los satélites, que como los propios fabricantes señalan, oscilan entre el 1-3%, lo que se suele traducir en 200 metros para una prueba de 10K y en torno a 500-700 metros en un Maratón.
El precio de esta homologación es de 1.000 euros (por ser una carrera de 10.000 metros o menos) más 350 euros de entrar en el calendario autonómico, para que los jueces federativos puedan acreditar las posibles marcas conseguidas.
Aquí puedes ver el informe completo de homologación de la I 5K Never Stop Running
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